lunes, 14 de diciembre de 2009

Maldición IV: Pedicciones de guerra


- Mi señora. Los nigromantes solicitan audiencia...el archimago en persona!!
- ¿En serio? Hazlos pasar inmediatamente, los demás asuntos pueden esperar. - La princesa estaba preocupada, su corte mágica la visitaba a menudo, para informarla de nuevos descubrimientos, de las cosechas y demás cosas necesarias para gobernar. Pero el archimago no solicitaba audiencia desde hacia más de 100 años. ¿Qué estaba pasando?


La ultima vez que el archimago solicitó audiencia fue cuando los vampiros empezaron a masacrar licántropos y la población se estaba viendo diezmada, por eso se rescató a varias parejas para que pudieran criar a salvo hasta que su número volviera a ser considerable y se les permitiera volver a vivir por su cuenta, la rivalidad entre vampiros y licántropos era lo que mantenía a los humanos a raya, pero dejar solo a los vampiros hubiera sido un error, pues serían demasiados y acabarían con la raza humana; los licántropos en ese momento hicieron el juramento de alimentarse de animales, proteger a los humanos de los vampiros, y no convertir a ninguno salvo en caso de extrema necesidad, para mantener a los vampiros a raya cuando estos empezaran a ser demasiados y no se les pudiera contener. Por eso los licántropos siempre tenían amigos entre los humanos de la aldea que protegían que conocían su condición y que estaban dispuestos a asumir la maldición para proteger a su gente.

- Mi señora. Lamento decir que al igual que en mi ultima visita, no traigo buenas noticias, ,los adivinos y hasta yo mismo hemos visto, a través de diferentes técnicas que la guerra se acerca, solo que no sabemos cuanto tiempo nos queda. Cuando vimos esto enviamos exploradores a todos los reinos para ver que podía estar sucediendo, águilas al norte, cuervos al este, buitres al sur y murciélagos a los reinos oscuros del oeste, incluso enviamos serpientes a rastrear las fronteras del mundo de los vivos. Parece ser que en el condado de Termua un hombre lobo anda suelto, sin manada, al principio pudo controlar la maldición y alimentarse del ganado de la zona y de lo que cazaba, pero pasadas dos lunas la maldición se apoderó totalmente de él y masacró a un campesino que paseaba de noche por el claro del bosque. Lo peor de todo, es que los vampiros lo saben y ya ha dado comienzo la cacería. Según nuestras predicciones, aprovechando la confusión de la cacería los vampiros empezaran a transformar a gente para poder aniquilarlos de nuevo, pero serán demasiados antes de que podamos frenarles, todo esto desencaminaría en una guerra en la que tendríamos que enfrentarnos a los vampiros de Termua, ellos pedirían ayuda a sus aliados y la batalla final sera la más grande que hasta yo mismo he presenciado...

- ¿Y no podríamos hacer nada para evitarlo?
- Nada mi señora, solo podemos enviar emisarios a los licántropos, traer aquí a cuantos podamos, armarlos y prepararnos para la guerra.

La princesa quedó pensativa durante largo rato cuando el archimago y su séquito abandonaron la sala del trono, pidió quedarse sola y empezó a meditar...Todos sabían que esto ocurriría, antes o después aparecería un licántropo rebelde, pero esperaba que las consecuencias no resultaran tan grandes como parecía que iban a ser.

Se levanto con energía y llamo a Magnus, su mano derecha, y le dijo que preparara a los emisarios y que partieran cuanto antes en busca de todos los licántropos que pudieran encontrar.

Si los vampiros querían guerra, guerra se les dará...


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Dedicado a la directora del Teatro de los Horrores, que merece un lugar en esta historia

jueves, 10 de diciembre de 2009

Maldición III. Cacería


¡Por las barbas de Belcebú! ¿Era verdad o solo una ilusión?¿Un licántropo? Después de 500años, ¿habían vuelto?Maldita sea...

Todo esto iba pensando Tanae mientras corría a avisar al consejo de ancianos, cinco vampiros y vampiresas que superaban los mil años de edad, y aunque su fuerza había disminuido con los siglos en comparacíon con un vampiro más joven,eran más letales que cualquier otro, pues habían desarrolado una gran velocidad, una destreza soverbia, la capacidad de volar a la velocidad del viento, y la sabiduía y la experiencia que da una vida de mil años...

Cuando Tanae llegó a las ruinas del viejo castillo (aparentemente deshabitado), entró en las cabidades subterraneas, fue hasta la sala del consejo, solicitó audiencia y encontró a los lideres y los ancianos debatiendo los temas cotidianos.

Detalló lo que había presenciado una hora antes, como había visto algo extraño en el bosque y lo siguió sigilosamente,como lo había visto agazapàrse entre los arbustos y atacar a aquel confiado campesino. No sabía lo que era hasta que el claro de luna le permitío ver un instante lo que era, un licántropo.

Los miembros del consejo la dejaron hablar hasta que terminó, debatieron unos instantes en voz baja y después, Marius, el más anciano y poderosos de todos, habló con su voz pausada y tranquila:
-Si es verdad lo que dices no podemos perder tiempo.Coje un grupo de hombres,te pongo al mando,vuelve al claro donde dices haber visto al licantropo, busca pruevas de ello y vuelve con el amancecer. Si tienes razón y no ha sido una alucinación, y por desgracia puede que no sea pues hace semanas que atacan al ganado de las aldeas circundantes, te elevaremos al rango de Maestro,con lo que podras pertenecer a los guerreros de las sombras y comandaras la cacería, que empezará con el atardecer.-

Un brilló apareció en los ojos de Tanae, maestra, después de haber pasado un siglo y medio en categorías inferiores desde que la transformaran, por fin tendria un cargo con responsabilidad y podria comandar grupos de hasta 50 hombres, cuando ahora apenas podia llevar a diez.

Pero no dejo que su entusiasmo la dominara, hizo una respetuosa inclinación y salió de la sala.Le pidió a Jade,vieja amiga de la infancia y maesra desde hacía 60 años, que la ayudara a elegir a los hombres para la expedición y partió sin demora.

De camino al claro explicó a los seis hombres que la acompañaban en que consistía la misión y al llegar,no tubieron que esforzarse mucho por encontrar pruevas: sangre, huellas demasiado grandes para ser de un zorro o un lobo normal, y restos de piel humana en las zarzas,signo de una transformación en licántropo...

La cacería comenzará con el atardecer...